domingo, 10 de marzo de 2013

Las flores de la guerra -金陵十三钗 (The Flowers of War) - Zhang Yimou 张艺谋

No fui a ver lo último del manchego más universal (Pedro Almodóvar con Los amantes pasajeros), a éste lo dejo para la próxima semana, me decidí por un chino, Zhang Yimou 张艺谋. China, como buena dictadura, tiene un control férreo en todos los aspectos de la sociedad. Las artes no iban a ser menos. Prueba de ello es la situación del artista crítico con el poder y que por ello ha estado encarcelado, Ai Weiwei, 艾未未. Denuncia su situación, además, de las torturas practicadas por el régimen chino a la disidencia política, a través de su tuitter, @ aiww. En el vídeo siguiente, Caonima style, Ai Weiwei, quiere expresar su crítica al régimen político chino (Caonima significa llama, el animal, pero en chino suena como un grave insulto, jode a tu madre, convirtiéndose en himno de los internautas chinos por la censura que tienen que soportar por parte de las autoridades). Recordad que, la canción Gangnam style, del surcoreano PSY (auténtico fenómeno mundial), es una crítica al  estilo del distrito Gangnam de Seúl, donde la gente rica hace ostentación de su dinero.
Sin embargo, toda esta crítica al Gobierno chino, Zhang Yimou no la practica. Su cine es de otro tipo, rural, histórico, así no se mete en líos, sin embargo, de vez en cuando nos sorprende con alguna puya y más sorprendente es que el poder le deje hacer. Dejaré para otro momento hablar de sus anteriores películas, algunas de las cuales, son para disfrutar una y otra vez.
Zhang Yimou
Las flores de la guerra, 金陵十三钗, (The 13 Women of Nanjing -Jin Ling Shi San Chai) se estrenó en 2011 y llegó hasta nuestras pantallas este pasado viernes (8 de marzo), un poco lento ha sido el viaje. Está basada en la novela del mismo título de Geling Yan, ha sido traducida al castellano.

Sobre el tema que trata, La Masacre de Nankín o Nanking, lo he llevado varias veces al blog de Cosas de bara. Así, en las entradas donde comento el libro El holocausto asiático. Los crímenes japoneses en la segunda guerra mundial, escrito por Laurence Ree y en la que hago la reseña de la película Ciudad de vida y muerte del director chino Lu Chuan. Época de nuestra reciente historia de las más salvajes. Es tal la degradación del ser humano, que parecen los hechos de ciencia ficción.

Sin embargo, Zhan Yimou, retrata este doloroso episodio de su país, a través del ejemplo dado por trece prostitutas para proteger a otras tantas colegialas, que los japoneses querían para una fiesta que organizaron para festejar la victoria.

Sin extenderme más sobre ella, solo decir que, si bien las casi dos horas y media que dura la película, ésta no se hace muy pesada. Las escenas de guerra no están mal, saben a  poco. La brutalidad de los japoneses queda patente en cuanto ven a las colegialas, más tarde, con dos prostitutas. El personaje que interpreta Christian Bale pasa en tiempo récord de pillo a héroe. Su valía como actor no queda en entredicho, pero el guión es algo flojo y por ello no es muy creíble. En cuanto al resto de personajes, no están nada mal. Destacan, las guapas Ni Ni, Yu Mo y Zhang Xinyi, Shu. Tianyuan Huang, el jovenzuelo que quiere defender a toda costa a las chicas. Atsuro Watabe, el coronel Hasegawa. Tong Dawei, el Mayor Li...

Sobre el guión, con escenas poco creíbles, como el zapato que lleva el Mayor Li al colegio. Con la que estaba cayendo y éste no tiene otra cosa que hacer que devolver un zapato y ser una especie de don Quijote. Y así, un par de ellas más, en fin..
Conclusión, no está mal pero no aporta nada interesante. Los chinos son muy buenos, los japoneses son muy malos, el americano es un héroe en cuanto se pone una sotana y el gobierno chino es feliz.

Por ciento, si en un principio a las autoridades chinas les caía la baba con Christian Bale, pues, vio la oportunidad de lavarse la cara, además, el actor había hecho unas declaraciones a la prensa que le había gustado, este noviazgo terminó enseguida. El americano que había sido invitado por Zhang Yimou al estreno de la película en China, quiso entrevistarse con un disidente político, Chen Guangcheng, candidato varias veces al Premio Nobel de la Paz, algo que el gobierno chino consideró una grave ofensa, por lo que al actor se le declaró persona non grata. Lo que decía de las dictaduras, no hay manera con ellas.

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